miércoles, 3 de diciembre de 2014

CREATIVE POEM

(I put a Gadget of Google translator.)


LA ESCALERA DE ASÍS


El escalón de la vida,
la escalera está vacía hoy,
alguien se ha ido sin avisar, sin más...

Deberás seguir su camino,
mas no podrás mirar nunca el recuerdo del ayer o caerás, sin duda...
La escalera era de Asís, ese niño, eterno Peter-Pan, que nunca pudo crecer.

Fue un mal paso, un pié del triste final en falso
y cayó peldaños abajo,
el duro golpe de la derrota más trágica, acabó con aquella eterna dulzura y borró su sonrisa.

El escalón de la vida,
cada uno será un premio a la esmerada templanza de tu tierno ser,
mas debes de tener cuidado, puedes descender en esta escalera hacia el eterno Arco-Iris del triunfo.

Asís te ha dejado un regalo en uno de estos escalones del marfil añorado,
en esta escalera de la preciosa y anhelada vida,
maltrecha a veces por los infortunios de tu triste destino.

El escalón de la vida,
subes dos, el sino está hoy con tu bienestar,
coge tu obsequio, es una rosita roja, el alma del niño Asís, su sonrisa anclada en tu memoria te da fuerza.

Recuerda, esta es la escalera de Asís,
tienes que continuar su camino,
ese Peter-Pan debe aún crecer y ser aquel hombre afortunado que merece.

El escalón de la vida,
hoy has caído tres, te sientas en uno de los resbaladizos peldaños,
lloras amargamente esta pérdida del mal e injusto descenso hacia el abismo de su memoria.

El escalón de la vida,
el alma de Asís viene y te da un beso en la mejilla,
dos lágrimas ruedan por ella, este inocente espíritu bonachón te regala la fuerza de su bondad inacabada.

Mañana debes de proseguir este duro y raudo camino,
pero recuerda, esta es la escalera de Asís,
el niño eterno que jamás creció, todo un ángel que te guarda desde el cielo más azul y más bonito.

El escalón de la vida,
falta muy poco para llegar a la cima del grato y justo porvenir,
has luchado mucho y con esmero por el premio final, el éxito de haber acompañado al buen Asís a cumplir su sueño interrumpido.

Has llegado a la estimada meta,
en el tope del último peldaño, una nota de aquel niño travieso, aquel hombre que tanto te quiso:
"mamá, mil gracias por esta lucha por mi cortada fantasía y mantener viva mi risa más feliz".

Recuerda, esta es la escalera de Asís,
aquel hombre con un dulce ángel, alas de la eterna libertad obsequiada
por el no latir del corazón de la inocencia interrumpida cuando Dios lo quiso para proteger a sus bellas y dulces musas.


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