domingo, 18 de octubre de 2015

CREATIVE POEM (CREATIVITY LYRIC)

(I put a Gadget of Google translator.)

LA CAJITA DE SUEÑOS DE LA MARQUESA DE MONTECHUÁ


La cajita de sueños,
antes era un precioso joyero, vestía de oro y dos blancas perlas,
Adela la había comprado en el anticuario de los objetos sin dueño, aquellos vacíos en alma por esos que hipotecaron la suya al demonio, sin querer vender todo su espíritu.

La cajita de sueños,
su otra dueña era una anciana, vivía aún su karma y su espíritu dentro del cofrecito,
una noche, cuando Adela dormía, la voz de la ancianita le susurró suavemente al oído: "abre los ojos, abre niña de mis dulces mil sueños y antiguos deseos".

Adela abrió sus ojos,
sus retinas presenciaron la figura de una señora mayor envuelta en un gran karma de luz blanca transparente,
perpleja la joven observaba el espectro con el cuerpo astral más bonito y nostálgico...

La cajita de los sueños se volvió abrir,
una música de ángeles llenó el cuarto con su bello cántico,
la anciana muerta con vida astral volvió a susurrar en su tímpano: "hola querida niña... tengo para ti una misión. Acude al anticuario y reúne todos mis enseres, mas no tienen dueño mi pobre corazón, mi nombre es Antonia la Marquesa de Montechuá".

La cajita de sueños,
cerró repentinamente su tapa con un ruido algo mudo por el temor de la negativa ayuda,
el silencio negro llenó otra vez el cuarto del descanso del cuerpo roto por el cansancio de la mente pensante de Adela.

Nuestra protagonista soñaba en su dormido alma y en su despierto subconsciente...
tenía que guardar los doce sueños más valiosos y queridos cada alba en la cajita,
cambiaría un sueño por cada objeto de la anciana marquesa.

Todas las semanas,
Adela iba al anticuario a cambiar sus sueños,
el karma de las fantasías desde la cajita de sueños le decía cuál tenía que dar a cambio de los enseres de la anciana Antonia.

La cajita de sueños,
estaba ya lleno de los deseos y de las ambiciones del alma triste alegre de Adela,
era cada vez más difícil hacer feliz a la Marquesa de Montechuá...

Un día soñó con lo que realmente quería,
añoraba ser una gran bailarina y el último ensere querido de la anciana marquesa vestía con elegancia de antaño el mostrador de cristal interno del anticuario,
era el diario de la Marquesa de Montechuá, era del principio del siglo pasado... su gran tesoro de vivencias y recuerdos vivos aún en su karma de bella luz transparente.

La cajita de sueños,
abrió su tapa tristemente, de ella salió el deseo preferido de Adela,
era el sueño de poder bailar y volar con sus saltos, la joven no dudó y lo cambió sin pensar más su futura nueva desgracia...

La cajita de sueños,
se cerró muy despacio y sollozó amargamente profundo el karma de las fantasías,
pasaba el tiempo muy despacio...

Los sueños en vida de Adela se truncaron,
un mal día, llegando la terrible oscuridad,
nuestra protagonista perdió su pierna derecha en el accidente que acompañó su sino, muerte y luto en vida a su destino.

No pudo ser bailarina,
Adela quedó postrada en una silla de ruedas,
la cajita de sueños quedó vacía en su conciencia donde mil demonios gritaban al karma y el remordimiento se comía muy despacio a la madera.

La Marquesa de Montechuá apareció un buen alba...
se postró en el cuarto de la joven:
"mi querida niña", le susurró la anciana Antonia en su triste oído.

Antonia, la marquesa seguía hablando dulcemente a nuestra protagonista:
"has arriesgado mucho para que pueda recordar a mis seres queridos y mis olvidadas vivencias, has dado vida a mi apagado ángel",
continuaba Adela escuchando tiernamente emotiva a la anciana: "te concedo una nueva pierna con dos alas... volarás en cada uno de los pasos de tus nuevos bailes en este nuevo destino que te cedo".

La cajita de sueños,
volvió a tener vida su muerta y apagada madera,
los ángeles volvieron otra vez a cantar y el karma de las fantasías bailaba con la luz más blanca de vida alegre y nuevo feliz en cien mil deseos de triunfo y logros.

Adela bailaba y bailaba,
ganó muchos premios, en sus retinas de cristal se reflejaban los trofeos y su mirada era el puro don alegre,
el precio de su esmero y mágico esfuerzo cotizó al alza de las dos alas de su nueva pierna derecha.

La cajita de sueños,
fue en la pasada noche durante su nuevo espectáculo de danza y una extraña música algo mágica,
la trajo el karma de la Marquesa de Montechuá, ya viva mas muerta en cuerpo vital.

La cajita de sueños,
es el joyero de joyitas, enseres preciosos de la marquesa,
convertida ahora en el cofre de los mil sueños aguardando ser cierta verdad, ella y el espíritu de la anciana Antonia bailaron también al son de los nuevos aplausos por el gran talento de Adela.

La cajita de sueños,
se llenó de nuevos proyectos y de una nueva fantasía bien soñada desde antaño,
unos nuevos ojos para Adela, era ciega de nacimiento y pudo ver siempre a la Marquesa de Montechuá con ese tercer ojo, el del alma y el del buen y noble espíritu.

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