LA BELLEZA INTERNA DEL CORAZÓN MALHERIDO Y DE ESE ALMA TRISTE
La belleza interior,
de aquel noble alma envuelta en ese maltrecho traje roto en seco de luto algo grisáceo,
es más bello aquél que mira con la dulzura de la bondad eternamente oculta en estos mil besos francos.
La belleza interior,
de esa pintura sin el trazo definido en el fondo exacto,
la del observador de obras de arte por plasmar nuestro mundo sobre el estrecho marco del lujo caro por ese don, divino talento me llamo...
La belleza interior,
de ese invidente físicamente capaz de observar más que aquellas vagas retinas de la mirada apagada en luz opaca, ve el aroma de tus besos y de tu karma en el tacto de su valiosa experiencia,
"cuánto daría por mirar la dulzura de tu cuerpo clavado en mis retinas y mi vista cansada por tus caricias ancladas en el recuerdo de mi imaginación y en aquella fantasía de mi falsa realidad".
La belleza interior,
del humor truncado por este agotado día de la rutina del dulce gruñón,
mañana será otro día para lidiar con los poderes de la desidia de aquél que finge ser superior.
Esa belleza interior de cada uno...
la que todos poseemos al pesar del mal tiempo de este destino,
incluído el alma con el peor negro karma piensa en su pequeño mundo interno y busca ese abrazo del lamento tan necesario por la crueldad que usa contra aquel que es ajeno y aquel tristemente conocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario