(I put a Gadget of Google translator.)
LA HABITACIÓN SIN VISTAS CON PAREDES DE LADRILLO DEL LUTO
Aquella habitación sin vistas,
la situada en el interior de mi conciencia,
mi ahogo en esta calurosa tarde del agotado verano, llega la necesitada calma del negro falso sosiego.
Aquella habitación sin vistas,
entro en ella, no puedo ni tan siquiera abrir la ventana para airear mis viejos tormentos,
me encierro en mi mismo y no veo la triste realidad, es el buen refugio del mundo exteriormente compartido con el porvenir ajeno.
Aquella habitación sin vistas,
en su pared, un gran póster del monte de la verde esperanza perdida por el antiguo horizonte de la vida,
está pegado con cuatro tiras del viejo papel celo más pobre en su lamentable espíritu.
Aquella habitación sin vistas,
me asfixio en mis penas interiores, mis demonios dominan hoy a todo mi ser...
muerto en vida me encuentro, sin apenas luz me eché anoche a dormir acostado en las costillas de mi somier de hierro forzado.
Aquella habitación sin vistas,
me faltabas tú, mi escritorio de esta angustiada vida tenía cabida en el pequeño habitáculo de mi torpe corazón,
tan callado por las miras del duro ladrillo, que visten con la falsa elegancia a estos cimientos del fuerte cartón - piedra.
Aquella habitación sin vistas,
cambio de panorámica, en mi póster de hoy, una playa de aguas cristalinas y muy puras,
tan puras que el aire fresco purifica suciamente a mi sin razón, se abrió la gran ventana de mi alma.
Este cambio de aires me ha sentado muy bien,
el arco-iris del cariño exterior penetra sutilmente en mis cansadas retinas,
el cartel de venta de mi triste ático, con una sola habitación sin vistas al exterior...
Aquella habitación sin vistas,
fue comprada por el nuevo inquilino, otro ser perdido en el ahogo de su agotada existencia,
mi nueva vivienda es, al final, un habitáculo con un gran balcón a la nueva era, abandono mi mundo interior para siempre...
La introspección ha llegado a su fin, me conozco ya demasiado bien,
todos los días riego mis viejos demonios con el buen querer de la nueva confianza de tu mágica ayuda,
las vistas fueron cada día mejores, en mi recuero vaga aún aquella habitación sin vistas...
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