EL PESO DE LA DÉBIL VIDA
Un kilo en este saco,
de suspiros del cemento más áspero donde se incrusta mi lamento,
el más amargo y del mayor anhelo por ti.
Un kilo en este saco,
de besos, que caen como nubes en mi pálida mejilla dulce,
más tarde, al amanecer, se desvanecerán a la espera de nueva carga en mi vieja saca.
Un kilo en este saco,
de gotas de lluvia que golpean los cristales de mi cansada y triste memoria,
de mil destellos del arco iris hoy, cierro el paraguas de las tormentas pasajeras.
Un kilo en este saco,
cambio uno lleno de las sonrisas más dulces, relleno de mucha nueva vida,
por el peso del tuyo, el del plomo de golpes y mal seres en tu estropeada y dañada retina.
Un kilo en este saco,
éste es muy viejo mas tiene doble puntada con el hilo del fuerte viento huracanado,
de mil vidas y de mil diluvios vividos, anclado todo en la mirada de este viejo perdido en la marea del ayer.
Un kilo en este saco,
del peso más ligero de tus fantasías y anhelos y de aquel príncipe que un día fue feliz,
aquí, en mi bolsa, estarás a salvo de la malicia de la ladrona de sueños del color de la esperanza.
Un kilo en este saco,
pronto me iré de viaje, partiré entrada el alba de la madrugada en el último vagón del tren de mi vida,
el billete es para el nuevo horizonte, será para nunca volver. Os dejo mi vieja saca, los remiendos están fuertes aún...
Cuidar bien de él, dentro están todos mis sueños, alegrías y tantas penas vividas...
y tengo a buen recaudo todas aquellas miradas bien guardadas, conservadas con el aroma del ayer,
las que un día me observaron con cariño y con ojos del buen negociante de la sentida y amada vida.
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