LA BRISA DEL MAÑANA INESPERADAMENTE ENCONTRADO
Mañana será otro día...
el cambio de tiempo llegó ayer,
el otoño de las románticas hojas de tu querer se tornó anoche negro.
Mañana será otro día...
pasan los días en mi oscuro lamento del invierno,
está la lumbre encendida, mi único compañero, la chimenea del último calor de la dulce amarga despedida.
Mañana será otro día...
¿se perderá la magia de este bello atardecer?
el miedo a los nuevos horizontes desconocidos frente a la comodidad acostada.
Mañana será otro día...
me mudaré de este viejo ayer,
iré a la calle de la Alegría, enfrente de mi gran balcón se encuentra Desgracia.
El ático que se divisa desde mi nuevo ventanal está vacío,
desde esta última mañana, cuelga el cartel del alquiler más barato,
un nuevo cambio de esta calmada brisa se acerca muy lentamente...
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